Roberto Llamedo Presidente de la BUENA COFRADÍA DE LOS SICERATORES DE ASTURIAS

  

 

La Nueva España 11/07/13

Un culín por los Siceratores

   La primera Cofradía de la sidra en Asturias, con 17 integrantes, se presenta en Nava con el objetivo de defender y promocionar la bebida autóctona en la región

Nava, Miguel L. SERRANO

      Hablar de Nava es, entre otras cosas, hablar de sidra. Principalmente de sidra. La villa que acoge a partir de mañana la 36ª edición del Festival de esta bebida, una de las fiestas más importantes de Asturias (declarada de interés turístico nacional) ya tiene su grupo gastronómico: la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias, fundada hace varias semanas y presentada oficialmente ayer con el objetivo de defender y promocionar todas las variedades de la bebida autóctona por la región. La ceremonia de juramento del colectivo, formado inicialmente por 17 integrantes, se celebró ayer en el Museo de la Sidra de la localidad naveta ante decenas de representantes de otras cofradías amigas y de vecinos.

      «Los siceratores eran los llagareros del siglo octavo», explicó el presidente Roberto Llamedo, encargado de leer en blable el juramento redactado para la ocasión por el escritor Jaime Izquierdo Vallina. Después, Llamedo apuró su culín, dio un golpe con su bastón y exclamó: «Viva la sidra».

     La interpretación del himno regional por parte de la banda de gaitas «La Cadarma» puso el broche final del acto de bienvenida a la primera cofradía oficial de la sidra existente en Asturias. Todos los cofrades formaron con su indumentaria oficial: una capa de lana verde emulando a una botella de sidra y una franja amarilla de terciopelo con un tono oro en el borde interior, que recuerda al color de la propia bebida. La montera, que simbolizaba el corcho, fue de color marrón. El atuendo se remató con un medallón del escultor allerano Enrique Pinín, en tono bronce y que representa el cabecero de un tonel.

     «Se abre la puerta de la gran familia culinaria para una entidad que dará homenaje a la sidra», resumió Luis Miguel Suárez, presidente de la Orden de Sabadiego y que actuó como padrino de la ceremonia. «Hoy descorchamos la esencia de la sidra», declaró Emilio Ballesteros, alcalde de Navia y presidente de la Fundación de la Sidra, que animó a los cofrades a tener «perseverancia, tiempo y sabiduría» para desarrollar el trabajo del colectivo. Armando Álvarez, presidente de la Federación de las Cofradías Españolas, aseguró que la recién nacida era «la que hacía falta, la de la sidra» y leyó una carta de Carlos Martín Cosmen, presidente del Consejo Europeo de Cofradías. «Espero que vuestro empeño sea recompensado por Nava y por Asturias al representar un producto de tantos años y tanta historia como la sidra». Álvarez también fue el encargado de imponer a Roberto Llamedo las condecoraciones correspondiente. Alejandro Fernández, delegado en Asturias de la Federación de Cofradías, trasladó un mensaje de la cofradía de Guipúzcoa: «La sidra en Asturias es lo más y tenéis mucho futuro».

     La Buena Cofradía de Siceratores de Asturias está formada por Roberto Llamedo (presidente), Julián Fernández (vicepresidente), que no pudo asistir por estar ingresado, Susana Ovín (tesorera) Lluis Nel Estrada, Ana Emilia Ordóñez y Manuel Marcilla Espiniella (vocales), Ricardo del Río (secretario) y los cofrades Laura González, Sergio González, Miriam García, Laura Ovín, Eudardo Juanes y César Bouza (los dos últimos en representación del barrio de la sidra de Gijón), María Lavilla (Gascona de Oviedo), Paco Álvarez, José María Ordóñez, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, Belisario Suárez y Rodrigo Vega.